Contiene decenas de productos carcinógenos.
Fue originado por los indios americanos que los consumían en
ritos o ceremonias religiosas.
El descubrimiento de América fue el primer contacto que
tuvieron con el tabaco.
La revolución industrial difundió al cigarrillo, porque
facilitó su fabricación.
Los grandes intereses económicos, la gran publicidad y las características
adictivas, fueron las causas de su expansión.
Se puede administrar de diversas maneras: fumado, oral, mascado
y aspirado.
Tiene consecuencias:
- A corto plazo: pérdida del olfato, laringitis, faringitis.
- A medio y largo plazo: Bronquitis, neumonía, desarrollo de diferentes tipos de cáncer.
- A largo plazo: se producen las consecuencias negativas más graves.
Los menores de 18 años tienen
prohibido consumirlo.
Hay dos tipos de fumnadores:
Un fumador pasivo es aquel que
enciende su cigarrillo y aspira el humo directamente de él. Un fumador pasivo
es el que recibe el humo indirectamente de un fumador activo
El que fuma sabe perfectamente
que le hace daño. No necesita que se lo expliquen, ni que le muestren fotos de
pulmones cancerosos, ni que le pongan leyes que lo impidan. Cuando uno sabe que
le hace mal, y decide dejar de fumar, realiza algunas de las muchas
recomendaciones existentes. Es muy probable que la mayoría de las personas que
sufrieron un período de abstinencia, vuelva a fumar. Cualquier forma para dejar
de fumar sería fácil si no fuera porque primero hay que borrar la imagen de fumador
en la mente.
Una vez que dejas el cigarrillo no
necesitas de ningún esfuerzo, porque no te interesa, no te atrae. Solamente hay
que soportar el período de desadicción a la nicotina..